¿Fiestas Patrias para Todos? Orgullo Nacional vs. Discriminación Estructural en el Perú

Cada 28 de julio, con motivo de las Fiestas Patrias del Perú, las redes sociales se llenan de videos que celebran la riqueza cultural, los paisajes majestuosos y la diversidad de nuestro país. En plataformas como Instagram y TikTok abundan las imágenes de danzas típicas, mensajes de “orgullo nacional” y escenas de aparente armonía multicultural. Pero detrás de esta fachada festiva, se esconde una realidad mucho más compleja: la discriminación estructural hacia la población indígena sigue profundamente arraigada en la sociedad peruana. 

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Un nacionalismo estético y superficial

Durante julio, muchas marcas, influencers y hasta instituciones públicas se esfuerzan por proyectar una imagen de un Perú unido en su diversidad. Sin embargo, esta inclusión suele ser más estética que real. Los trajes típicos, la música folclórica y los rostros andinos aparecen como elementos decorativos en campañas publicitarias, sin cuestionar el racismo estructural que enfrentan diariamente quienes los representan.

Racismo cotidiano: entre la exclusión y el silenciamiento

El racismo en el Perú no se manifiesta solo en los grandes titulares o en hechos aislados, sino en el día a día de miles de ciudadanos, sobre todo los de origen indígena.

Acceso restringido a espacios de ocio: No son pocos los testimonios de personas con rasgos andinos o amazónicos que han sido rechazadas al intentar ingresar a discotecas o bares, especialmente en zonas “exclusivas” de Lima. El criterio “reservado el derecho de admisión” muchas veces esconde un filtro racial no dicho, pero ampliamente aplicado.

El trabajo doméstico y la herencia colonial: Otra expresión de discriminación estructural se ve en la figura de las trabajadoras del hogar, las llamadas „empleadas“, la gran mayoría de ellas mujeres indígenas o mestizas, que laboran en condiciones precarias, con salarios bajos, sin derechos laborales garantizados y, en muchos casos, sufriendo maltratos o humillaciones. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO, 2021), más del 90 % de trabajadoras del hogar son mujeres, y una gran parte se identifica como quechua o aimara hablante. Esto no es una casualidad.

Representación sin poder

La visibilidad de lo indígena durante julio no significa inclusión en términos reales. ¿Cuántos congresistas, jueces, presentadores de televisión o CEOs tienen ascendencia indígena y lo expresan abiertamente? La respuesta revela un país donde la meritocracia está condicionada por el color de piel, el apellido y el lugar de origen.

Educación y medios: perpetuadores del estereotipo

Los libros escolares y los medios de comunicación todavía refuerzan estereotipos racistas, presentando a los pueblos originarios como “folclóricos” o “atrasados”, en vez de reconocer su sabiduría ancestral y sus derechos colectivos. Esta narrativa impide construir un verdadero sentido de igualdad y respeto. 

Por otro lado son los modelos en comerciales y pancartas siempre blancos. Los niños en los comerciales de Mc Donals, Saga Falabella y otros nunca representan la realidad peruana.

¿Un orgullo nacional que excluye?

En julio, el Perú parece abrazar una versión idealizada de sí mismo. Pero ese abrazo es selectivo. Como afirma el historiador Nelson Manrique, “la construcción del Estado peruano se hizo negando lo indígena”. Si bien hoy se celebra la “diversidad”, esa celebración carece de valor si no se acompaña de políticas reales de inclusión, justicia y reparación histórica.

¿Y ahora qué? La urgencia de un patriotismo crítico e inclusivo

No se trata de abandonar el orgullo por ser peruanos, sino de reconstruirlo con conciencia y memoria histórica. Un verdadero patriotismo no teme mirar sus sombras. Exige justicia para quienes han sido históricamente excluidos y marginados. Un país que realmente ama su diversidad no la explota por conveniencia, la respeta y protege todos los días del año.

Conclusión: más allá de los fuegos artificiales

El Perú no necesita más discursos vacíos sobre unidad. Necesita acciones concretas contra el racismo, la exclusión y la desigualdad. Las Fiestas Patrias deberían ser una oportunidad para reflexionar sobre lo que aún divide al pueblo peruano, y no solo para reafirmar una imagen de país que no existe para todos. Los cantos, los bailes, la comida les pertenecen a todos y aún más a los descendientes indígenas. Hay que terminar con el racismo y la discriminación. Se tiene que luchar activamente contra estos y no esperar a que “las cosas cambien”. 

El Perú es Cuzco y Macchu-Picchu, Lima y el Seños de Sipán. El Perú es también el Salkantay y la Huacachina. El Perú es Chiclayo, Tacna y Huancayo. Paucartambo y Lircay. Pero es tal vez más importante: El Perú es el negro, el blanco, el cobrizo y el de la Selva, el aymara, el quechua, el Perú es el Chino y el Japonés. El Perú es su gente, su variedad y nadie debe sentirse ni mejor ni peor por diferencias étnicas o sociales. 

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La Amazonia peruana y la ley antiforestal 31973

La Amazonia peruana y la ley antiforestal 31973 han ocasionado mucho descontento en las organizaciones ambientalistas, pero sobretodo en las comunidades indígenas que se ven afectadas directamente por esta regulación. 

La Amazonía peruana, con algo más de 72 millones de hectáreas de bosques, es una de las regiones más biodiversas y ricas en recursos naturales del mundo. Esta región tan importante ha sido históricamente objeto de explotación y deforestación.

Perú a día de hoy es el noveno país con mayor cobertura forestal en el mundo y el segundo en toda Latinoamérica después de Brasil. Sus bosques son el hábitat de diversas especies de flora y fauna, importantes para mantener un ecosistema sano y equilibrado.

La importancia de la Amazonía peruana, tanto para el mismo país como para el planeta, la percibimos si tenemos en cuenta su inmensidad. Se estima que en el Perú existen alrededor de 6.800 especies de árboles. La mayoría de estos se encuentran en los bosques de la Amazonia. 20 de estos árboles se explotan comercialmente, sobre todo para la producción de madera. Por su extensión e importancia socioeconómica, los bosques constituyen un enorme patrimonio nacional.

 

Gobierno peruano incentiva la deforestación a favor de gremios empresariales

En un supuesto intento por abordar esta problemática, el gobierno ha implementado nuevas leyes forestales en la región. El encargado directo era el Ministerio del Ambiente MINAM bajo el actual Gobierno de Dina Boluarte. Pero detrás de esta ley se encuentran una serie de medidas perversas que realmente genera más incentivos para aumentar los incendios en la Amazonía. Uno de los puntos claves es la suspensión de la zonificación forestal. Esto permite a los privados a no cumplir más con la clasificación de tierras. Otro punto importante que fue eliminado, es el procedimiento de autorización de cambio de uso de suelo en áreas privadas. Teniendo como consecuencia que en los predios agrícolas y ganaderos aledaños a áreas boscosas se normaliza la tala o quema de vegetación. Esto es posible debido al „cambio de uso de suelo“.

El día miércoles 10 de enero del 2024 el titular del parlamento, Alejandro Soto (Alianza Para el Progreso – APP), ordenó de manera irregular la promulgación de la reforma. Una reforma muy discutida que le quita competencias en materia forestal al Ministerio del Ambiente. Esto tiene como consecuencia aumentar la libertad para la aceleración de la tala masiva de árboles.

Estas propuestas legislativas han sido presentadas por parlamentarios de ultra derecha (Fujimoristas) y de la izquierda (Perú Libre). Además de, por supuesto gozar del entero respaldo de gremios empresariales. Todo intento de derogar la reforma ha sido en vano.

Ley antiforestal 31973

En primer lugar, las leyes forestales propuestas por el MINAM han sido criticadas por su enfoque laxo en cuanto a la protección de los bosques y la biodiversidad. A pesar de establecer ciertas restricciones y regulaciones, hay una claro desinterés en poner en práctica estas leyes. Las que al final incentivan los incendios forestales que vienen destruyendo desde hace décadas una gran parte de la sierra y la selva peruana.
La ley 31973, también llamada „Ley antiforestal“,  fue aprobada por el Gobierno de la actual Presidenta Dina Boluarte. Esta ley ha sido rechazada por completo por las organizaciones indígenas y especialistas en protección ambiental. Uno de los problemas es la falta de mecanismos de control efectivos para controlar y prevenir los incendios. Una vez se han apagado estos incendios estas zonas serán usadas para la agricultura. Para la producción de carne y leche que son los principales motivos de la deforestación.

La falta de medidas efectivas para hacer cumplir las regulaciones y los cambios en la normativa sobre el uso de los suelos, han llevado a un aumento en la tala ilegal y la expansión descontrolada de la frontera agrícola, poniendo en peligro ecosistemas enteros y especies en peligro de extinción.

Esta ley antiforestal crea una falsa impresión de poder talar sin riesgo a sufrir sanciones. Así lo advierte el especialista en gestión ambiental Christian Huamán Mendoza. Haciendo hincapié a que el 98% de los incendios forestales son causados por prácticas humanas ilícitas que tienen como fin  la expansión de tierras de cultivo.  

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Necesidad de inclusión de ambientalistas y comunidades indígenas

Además, las nuevas leyes forestales también han sido objeto de críticas por su impacto en las comunidades indígenas y locales que dependen de los recursos forestales para su subsistencia. La falta de consulta adecuada con estos grupos vulnerables ha llevado a la pérdida de tierras ancestrales, la destrucción de medios de vida tradicionales y conflictos sociales cada vez más acuciantes. La imposición de restricciones arbitrarias y la falta de reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas han exacerbado las tensiones. Estas a su vez han generado un aumento de un clima de desconfianza y descontento.

En este sentido, es evidente que las nuevas leyes forestales en la Amazonía peruana y la ley antiforestal 31973, diseñadas por el actual gobierno, han provocado una serie de problemas ambientales y sociales que requieren una atención urgente. Es fundamental revisar y fortalecer estas leyes, incorporando principios de sostenibilidad, equidad y participación comunitaria en su enfoque. La protección de los bosques amazónicos y de sus habitantes debe ser una prioridad absoluta, y cualquier legislación en este sentido debe reflejar este compromiso.

En conclusión, las nuevas leyes forestales en la Amazonía peruana, impulsadas por el MINAM, plantean desafíos importantes en términos de conservación ambiental y justicia social. Es imperativo abordar estas cuestiones de manera integral y colaborativa, involucrando a todos los actores relevantes en la toma de decisiones y asegurando que se respeten los derechos de las comunidades locales y los ecosistemas frágiles de la región. Solo a través de un enfoque holístico y sostenible podremos garantizar un futuro saludable y próspero para la Amazonía peruana y sus habitantes.

La Amazonia peruana y la ley antiforestal Karlo Grados          La Amazonia peruana y la ley antiforestal Karlo Grados

Inmigración venezolana en el Perú, de donde viene la Xenofobia y que hay detrás? Autor: Karlo Grados

Inmigración venezolana en el Perú, de donde viene la Xenofobia y que hay detrás?

Por Karlo Grados.

La Realidad Peruana actualidad e historia Karlo Grados Fotografía Roman Novitzky Stuttgart

Politólogo y Lingüista, egresado de la Universidad de Heidelberg

El tema de la inmigración de miles de venezolanos al Perú es uno de los temas más discutidos en todos los medios de comunicación. Se ha sublimado tanto que todos los partidos políticos se valen de este para instrumentalizarlo y, así, desplazar la atención de la población de temas mucho más importantes para la democracia, la paz social y la gobernabilidad del Perú. La falta de solidaridad con el pueblo venezolano es incrementada en las redes sociales e incluso en el discurso de candidatos a puestos políticos, ya que incentivan el rechazo a los inmigrantes y los hacen ver como si fuesen los culpables de todos los problemas de país. 

Un vistazo a otras regiones nos va mostrar que la xenofobia ha sido (y sigue siendo) utilizada por muchos gobiernos a lo largo de la historia para distraer de otros temas. Si separamos la población entre peruanos contra extranjeros, los buenos contra los malos, se crea una separación, que es muy cómoda para malos gobernantes, peor que luego es casi imposible de restituir. Ademas que se obliga a la población a tomar posición. Se está a favor o en contra de los inmigrantes. De esta forma se sigue separando; Los supuestos patriotas Click aquí para seguir leyendo →